Situada en las estribaciones de la sierra nevada de Santa Marta, en una zona de transición entre el mar y el bosque de niebla -600 msm. (Siendo un corredor único para la avifauna) este lugar se convierte en un destino alternativo para aquellas personas que estén buscando descanso y vida ecológica. La casa cuenta con un paisaje de 360 grados, que abarca una preciosa vista de Minca y su bosque, así como la Bahía de Santa Marta y las impresionantes montañas de la sierra elevándose desde el Mar. Con una extensión de 70 hectáreas, esta reserva ofrece al visitante la interacción permanente con la naturaleza, disfrutando de caminatas por los senderos, visitas al meliponarío, observación de aves y paseos por los jardines
Este espacio cuenta también con una huerta casera – los visitantes pueden aprender las labores de la casa- entre las que se cuentan- hacer chocolate, semilleros y jardinería. En la finca también encontraras miel orgánica, plantas medicinales, y sobre todo un espacio libre de contaminación.
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